El sello de la calidad
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen
Estepa se constituye el 21 de Febrero de 2003 y es reconocido oficialmente el
24 de septiembre de 2004 por la Junta de Andalucía. El Consejo Regulador es
fruto de un proyecto de petición de una Denominación de Origen para los aceites
de oliva vírgenes extra de la Comarca de Estepa y Puente Genil, ya que por su
historia milenaria, tradición y calidad, son mundialmente reconocidos.
Su función principal es garantizar la calidad de los
aceites de oliva vírgenes extra producidos en el territorio y promocionarlos a
nivel nacional e internacional.
La
Denominación de Origen Estepa es posiblemente la entidad más exigente a la hora
de certificar un aceite de oliva virgen extra, de ahí que muchos de sus aceites
amparados cuenten con premios nacionales e internacionales.
La tierra de uno de los mejores aceites
del mundo
Los datos contrastados más antiguos que vinculan la
zona de Estepa con el olivo y el aceite se remontan a la época romana, no
obstante, existen numerosos yacimientos de épocas anteriores, Íberos y Edad de
los Metales donde gracias a los restos encontrados, podemos constatar una
economía agropecuaria interesante, donde está presente el aceite.
En la época romana nuestra zona vive una de las muchas
etapas doradas que tienen como epicentro el olivar, debido a la magnífica
posición geográfica que la comarca de Estepa y posee dentro del organigrama
administrativo romano, siendo una de las áreas suministradoras de aceite de la
Bética, dentro de ese triángulo exportador y fundamental que representa
Sevilla, Córdoba y Écija.
Durante el periodo medieval, el cultivo del olivar siguió una tónica general de afianzamiento, siendo destacada la comarca de Estepa como uno de los lugares donde dicho cultivo está contrastado. De ahí al rico periodo musulmán; aquí, aunque son escasas las fuentes, las mismas confirman la presencia importante del aceite en la vida cotidiana de los habitantes de la zona, así como un desarrollo productivo. Tras la "Reconquista", el periodo Bajo Medieval se va a caracterizar por un auge del sector en todos los apartados: producción, transformación, comercialización,...
En los tres siglos que transcurren entre la época
medieval y la moderna, Estepa se va a convertir en una de las áreas principales
de todo el país en lo que se refiere al mundo del olivo y, por extensión, del
aceite. No solo se va a aumentar de forma espectacular las tierras dedicadas al
olivo, sino que los mercados nacionales y extranjeros contemplarán la llegada
de aceites de esta zona; para llegar a ésto se produce una de la
transformaciones más importantes se trata del auge del sector de las almazaras
o molinos aceiteros, que incrementan de forma considerable, así como las
técnicas en ellos empleadas. Durante este periodo se puede afirmar que la
comarca de Estepa fue pionera en introducir prácticas capitalistas, en el
sector del olivo, en nuestro país.
Finalmente
en el periodo contemporáneo, durante estos dos últimos siglos, el papel de
Estepa como un área que ya lideraba muchos aspectos del sector, no sólo ha
continuado con ese protagonismo fundamental, sino que se ha convertido en punta
de lanza del gremio olivarero, exportando su propia experiencia a otras
regiones. Producción y Calidad, han sido unas constantes en el desarrollo del olivo
en esta zona a lo largo de toda su historia.

Fuente: doestepa.es
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