BENEFICIOS DE LA ALMENDRA
Las almendras
son un producto muy beneficioso de consumir, ya que contienen diversas
sustancias que previenen enfermedades y mejoran la salud.
Las almendras
crudas contienen un 12% de fibra, un 18% de glúcidos o carbohidratos, un 19% de
proteínas y un 48% de grasas, de las que un 10% son saturadas y el resto
insaturadas (con predominio de oleico), además de vitaminas y minerales, como
el hierro y el calcio. Este predominio de oleico quiere decir que tomar
almendras reduce los niveles del colesterol “malo” (LDL) previniendo así las
enfermedades cardiovasculares. Otro punto a tener en cuenta es su contenido
en ácido linoleico (omega-6),
ácido graso esencial para el organismo que éste no sintetiza y que le es
necesario obtener de la dieta, también muy beneficioso para la salud de las
arterias.
Es importante
la alta cantidad de vitaminas que contienen, entre ellas está la vitamina E: ésta
vitamina tienen un efecto altamente antioxidante que ejerce un efecto
preventivo contra muchas enfermedades, por su acción antienvejecimiento
prematuro celular, importante a nivel de la piel manteniéndola en buen estado
al igual que a nivel de las arterias y venas promoviendo su buen estado, entre
otros. También encontramos gran cantidad de vitaminas del grupo B, entre ellas
la B1, B2, B3, B5, B6 y B9, muy importantes para el buen funcionamiento del
sistema nervioso, para la formación de hemoglobina o para la realización de
diversas reacciones metabólicas.
Hay que
destacar que las almendras son muy ricas en fósforo (0,5g en 100g),
fundamentalmente bajo las formas de lecitina, fosfatilserina y
fosfatidilcolina, sustancias que desempeñan un importante papel tanto a nivel
de la membrana celular como del sistema nervioso (mielina y sinapsis neuronal).
Por ello, el consumo frecuente de almendras impulsa al cerebro a tener una mayor actividad,
lo cual permite que se reduzca el riesgo de padecer enfermedades tan complicadas y degenerativas como el
Alzheimer y el Parkinson. También le proporciona poderosos
nutrientes al sistema nervioso, lográndose un alto nivel intelectual y un
aumento en la longevidad. Además, el fósforo
ayuda a proteger y fortalecer los huesos y los dientes, previniendo la
osteoporosis.
Tras los aguacates
y pistachos, las almendras son los frutos más ricos en betasitosterol, lípido
de propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e inmunoestimuladoras. En
ciertos estudios se ha constatado que se reduce la cantidad de insulina en
sangre en proporción a la dosis de almendras tomadas y se observó una
disminución de la resistencia a la insulina, demostrando que es un alimento muy
bueno para la prevención y control de la diabetes.
Se sabe que contienen una buena proporción de
salicilatos, sales formadas por ácido salicílico y una base que constituyen el
principal agente activo de la aspirina, al que se deben los milagrosos efectos
de este popular fármaco; por ello, a la almendra se la llama la “aspirina”
natural. Además, por su alto valor calórico y proteínico, las almendras ayudan
a la regeneración del sistema nervioso y son un buen antiséptico intestinal.
También se
sabe que las almendras son un arma contra el cáncer. Destacar que presentan un elevado contenido de fibra, elemento que,
entre otras ventajas, permite aumentar el volumen de los excrementos y diluir
así el ácido biliar, lípidos y esteroles, haciendo que disminuya el riesgo
cancerígeno de éstos en el colon.
Fuentes:
María Aurora Jurado (Estudiante de medicina)
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