lunes, 15 de septiembre de 2014

La almendra, un alimento beneficioso.

BENEFICIOS DE LA ALMENDRA

Las almendras son un producto muy beneficioso de consumir, ya que contienen diversas sustancias que previenen enfermedades y mejoran la salud.

Las almendras crudas contienen un 12% de fibra, un 18% de glúcidos o carbohidratos, un 19% de proteínas y un 48% de grasas, de las que un 10% son saturadas y el resto insaturadas (con predominio de oleico), además de vitaminas y minerales, como el hierro y el calcio. Este predominio de oleico quiere decir que tomar almendras reduce los niveles del colesterol “malo” (LDL) previniendo así las enfermedades cardiovasculares. Otro punto a tener en cuenta es su contenido en ácido linoleico (omega-6), ácido graso esencial para el organismo que éste no sintetiza y que le es necesario obtener de la dieta, también muy beneficioso para la salud de las arterias.

Es importante la alta cantidad de vitaminas que contienen, entre ellas está la vitamina E: ésta vitamina tienen un efecto altamente antioxidante que ejerce un efecto preventivo contra muchas enfermedades, por su acción antienvejecimiento prematuro celular, importante a nivel de la piel manteniéndola en buen estado al igual que a nivel de las arterias y venas promoviendo su buen estado, entre otros. También encontramos gran cantidad de vitaminas del grupo B, entre ellas la B1, B2, B3, B5, B6 y B9, muy importantes para el buen funcionamiento del sistema nervioso, para la formación de hemoglobina o para la realización de diversas reacciones metabólicas.

Hay que destacar que las almendras son muy ricas en fósforo (0,5g en 100g), fundamentalmente bajo las formas de lecitina, fosfatilserina y fosfatidilcolina, sustancias que desempeñan un importante papel tanto a nivel de la membrana celular como del sistema nervioso (mielina y sinapsis neuronal). Por ello, el consumo frecuente de almendras impulsa al cerebro a tener una mayor actividad, lo cual permite que se reduzca el riesgo de padecer enfermedades tan complicadas y degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. También le proporciona poderosos nutrientes al sistema nervioso, lográndose un alto nivel intelectual y un aumento en la longevidad. Además, el fósforo ayuda a proteger y fortalecer los huesos y los dientes, previniendo la osteoporosis.

Tras los aguacates y pistachos, las almendras son los frutos más ricos en betasitosterol, lípido de propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e inmunoestimuladoras. En ciertos estudios se ha constatado que se reduce la cantidad de insulina en sangre en proporción a la dosis de almendras tomadas y se observó una disminución de la resistencia a la insulina, demostrando que es un alimento muy bueno para la prevención y control de la diabetes.

Se sabe que contienen una buena proporción de salicilatos, sales formadas por ácido salicílico y una base que constituyen el principal agente activo de la aspirina, al que se deben los milagrosos efectos de este popular fármaco; por ello, a la almendra se la llama la “aspirina” natural. Además, por su alto valor calórico y proteínico, las almendras ayudan a la regeneración del sistema nervioso y son un buen antiséptico intestinal.


También se sabe que las almendras son un arma contra el cáncer. Destacar que presentan un elevado contenido de fibra, elemento que, entre otras ventajas, permite aumentar el volumen de los excrementos y diluir así el ácido biliar, lípidos y esteroles, haciendo que disminuya el riesgo cancerígeno de éstos en el colon.

Fuentes:

María Aurora Jurado (Estudiante de medicina)




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